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Hablemos de e-learning

Con beneficios como la automatización, la consistencia, un mayor alcance y la capacidad de proporcionar aprendizaje 24/7, el eLearning es una opción que las empresas han comenzado a adoptar cada vez más. Pero ahora, ¿qué hacer con esas diapositivas de PowerPoint que creó hace años y había estado utilizando para capacitar a sus colaboradores?
Si ese programa de capacitación es eficaz, no es necesario deshacerse de él. Puede convertirlo en un programa de e-learning sin reinventar la rueda.

Pero primero conozcamos cuáles son algunos de los errores más comunes que las empresas cometen al convertir sus documentos de PowerPoint (usualmente dirigidos por un instructor) al e-learning, básicamente porque no se dan cuenta de que el eLearning y el aprendizaje en el aula son diferentes:

  • 1. Convertir ciegamente las diapositivas de PowerPoint a pantallas de e-learning.
    Este es el error más común y se deriva de la creencia de que las diapositivas de PowerPoint contienen materia de aprendizaje para los alumnos. Por lo general no lo hacen. Las diapositivas de PowerPoint son claves para apoyar al instructor. En un programa presencial, el aprendizaje real viene del instructor y también se lleva a cabo a través de demostraciones en vivo, ejemplos y actividades interactivas. Así que olvídese de nada más convertir las diapositivas de PowerPoint desde un programa de capacitación presencial a un programa de eLearning. Este truco está condenado al fracaso.

    ¿Qué tiene que tener en cuenta al convertir sus programas presenciales al eLearning?

    Repensar y rediseñar las actividades del programa presencial y adaptarlas al contexto y las necesidades del público en línea. Segmentar el contenido inteligentemente. La conversión de diapositivas existentes al eLearning no significa cortar el texto al azar en trozos pequeños. El contenido debe ser inteligentemente segmentado en pedazos de información que tengan una lógica y secuencia que soporte el aprendizaje.
    Además, hay que eliminar la información que es solamente “bonita de saber” para hacer el programa en línea más relevante. Reutilizar contenido existente del programa. Recolecte el contenido existente relacionado con el curso (folletos, casos de estudio, videos, hojas de trabajo, etc.), analícelos y decida cuáles podrían ser convertidos en interacciones que encajan en el contexto de aprendizaje del programa en línea.
    Por ejemplo, convertir un caso de estudio en un escenario de "¿Qué debería hacer?" que permite a los alumnos ejercer sus células grises en lugar de leer trozos de texto de la pantalla.

  • 2. No aprovechar el poder del multimedia para incentivar la participación.
    En el programa de capacitación presencial, la responsabilidad recae en el instructor para hacer el aprendizaje dinámico e interactivo, con sus habilidades de comunicación, su personalidad y su capacidad de presentación. En un programa de eLearning funciona diferente. Debido a que el contenido se entrega de forma remota, debemos crear contenido atractivo que enganche a los alumnos de inmediato y provoque un cambio en su comportamiento.
    Por ende, aprovechar el uso de recursos multimedia (imágenes, videos, infografías, exploraciones, escenarios) puede hacerlo enriquecedor para los estudiantes en línea.
    Un programa de e-learning es una de las herramientas más poderosas de instrucción para satisfacer sus crecientes necesidades de capacitación.
    Úselo con sabiduría para cosechar los mayores beneficios de esta tecnología.


  • FUENTE: http://info.shiftelearning.com