Como gerente, mantener a tus empleados motivados es una lucha constante. Ya sea que estén aburridos, distraídos, o perezoso, es parte de tu trabajo mantener la moral y la productividad alta. Con estos sencillos trucos psicológicos, puedes hacer pequeños ajustes a tu lugar de trabajo para aumentar la productividad.

Psicología del color
¿Has oído hablar de los restaurantes pintando sus paredes rojas para hacer que el cliente tenga más hambre? O te has dado cuenta de que los colores como azules, verdes y morados se utilizan para calmar al comprador? Están usando la psicología del color para influir en el comportamiento y emociones de sus clientes.

¿Cómo puedes usar esto en tu lugar de trabajo?
Sobre la base de que lo que deseas es incentivar a tus empleados en su lugar de trabajo, el decorar la oficina con el color apropiado, puede ser una opción. Se puede pintar las paredes, utilizar sillas y sofás de colores, o colgar cuadros, para utilizar la presencia de color.

Por ejemplo, el rojo se asocia con el aumento de la energía y la emoción y por lo tanto hace que sea una buena opción para utilizar en el espacio de trabajo para promover la productividad y la creatividad. Azules y verdes se utilizan para reducir la ansiedad y el estrés, al tiempo que aumentan la sensación de relajación, por lo que es una buena opción el color azul para la sala de descanso. Evita los grises y el beige, ya que están asociados con la disminución de la energía y la creatividad.

Efecto Hawthorne
Por otro lado, los trabajadores son más productivos cuando sienten que otros les están prestando atención. Cuando una empresa muestra preocupación por sus empleados y los hace sentir valorados, la productividad de los trabajadores aumenta. Es por eso, que implementar cambios que favorezcan el bienestar de los empleados, favorecerá la productividad de los mismos.

¿Cómo aplicarlo?
La clave para la utilización de este conocimiento es escuchar a tus empleados. Si se quejan de un lugar de trabajo negativo, baños sucios, una puerta rota, debes tratar de solucionar el problema. Los pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia si tus empleados notan que te preocupas por ellos.